Emprendedores cómo empezar: autónomo o Sociedad

ERTES

Vamos a empezar nuestro negocio y queremos ir de menos a más, por si no hubiera ya bastantes dificultades en el inicio, nos encontramos con una encrucijada nada más empezar ¿es mejor constituir una Sociedad Limitada (SL) o simplemente darnos de alta como autónomos? Es una pregunta frecuente que todo emprendedor puede plantearse. La respuesta depende de varios factores, para hacernos una mejor idea vamos analizar los pros y contras de ambas opciones.

 

Desde el punto de vista de la responsabilidad por deudas, constituyendo Sociedad responderíamos solamente con el capital social y no personalmente, al contrario que siendo autónomos, no hay que empezar una aventura empresarial poniéndose en lo peor pero conviene tenerlo presente. En este punto no hay duda, ganador es la S.L.

 

Si analizamos los trámites iniciales de constitución y los costes diarios de gestión, veremos que darse de alta como autónomo es un proceso más sencillo y barato que constituir una Sociedad (y no tenemos que hacer esa primera aportación de 3000€) y los costes de gestión serán menores, así como las exigencias de contabilidad. Según este criterio tenemos otro ganador claro, el autónomo.

Desde el punto de vista de la apariencia externa, una sociedad ofrece una imagen comercial más solida y es más probable que las entidades bancarias nos proporcionen financiación en caso de necesitarla. Aquí tampoco hay duda, ganador: S.L.

 

En el campo de los impuestos el tema es más complejo, la S.L. tributa por el Impuesto de Sociedades, que es un impuesto fijo, en cambio un autónomo tributa por el IRPF que es un impuesto progresivo, por lo que en cuanto empecemos a obtener cierta cantidad de beneficios, el sistema de autónomo sale más caro. Esta aparente ventaja de la Sociedad lo es suponiendo que los beneficios que obtenga vayan a la propia Sociedad y no se destinen al bolsillo propio de sus integrantes, ya que en ese caso su tributación quedaría prácticamente igual que la del autónomo. Según este criterio no tenemos un ganador claro, pues hay que ver cada caso en concreto.

 

En resumen, no se puede asegurar de manera genérica cual de las dos opciones es mejor para empezar un negocio, pues habría que analizar cada caso en particular.

 

Podríamos decir que si vamos a empezar totalmente de cero y sin financiación de ningún tipo y nuestra prioridad es reducir costes al mínimo será mejor empezar como autónomos, en cambio si necesitamos un crédito o vamos a empezar con una inversión inicial de un cierto volumen constituir una S.L. será lo más conveniente. Sin embargo tampoco se puede hacer esta afirmación de forma definitiva, por lo que, ante la duda, se recomienda consultar a un abogado o Despacho de abogados para estudiar el caso en profundidad.

 

Para cualquier duda, puede consultar con nuestros abogados especialistas en Derecho de empresa.

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